08 abril 2012

Horacio Quiroga (1878-1937)


Noche de amor

Noche de amor. Bajo la sombra cómplice:
La ingenua tentación. En la arboleda
El motivo de vida va pecando
Como un ensueño de precoz histeria,
Hay quemantes sudores en las pieles:
Sorda germinación en las arterias;
Protestas en las curvas no labradas
Y en tu pupila audaz, francas ofertas.
La idealidad se tiñe de rubores
Como un pálido lirio, de vergüenzas:
En los lechos abiertos y manchados
Se tiende la pasión. La noche arquea
Su gran complicidad sobre la falta;
El lirio de tu sexo se doblega,
Y señala tu carne temblorosa
El índice fatal de mis torpezas.
¡Oh la sed de mis labios, cuyos besos
Recargan la intención que nos rodea!
¡Oh el carmín de tus labios, cuyo orgullo
Palidece al fulgor de tus caderas!
Dame tu cuerpo. Mi perdón de macho
Velará la extinción de tu pureza,
Como un fauno potente y pensativo
Sobre el derrumbe de una estatua griega.


Diciembre 14, 1899.

Noite de amor

Noite de amor. Sob a sombra cúmplice:
A tentação ingénua. Na floresta
a razão da vida vai pecando
como uma fantasia precoce de histeria,
Há suores queimando na pele:
Surda germinação nas artérias;
Protestos nas curvas não esculpidas
E na tua pupila audaz, francas oferendas.
 O ideal tinge-se de rubores
como um lírio pálido de vergonha:
Em leitos abertos e corados
ela tece a paixão. A noite arqueia
a sua grande cumplicidade na falta;
O lírio do teu sexo curva-se,
E marca a tua carne fremente
o indíce fatal das minhas torpezas.
Oh, a sede dos meus lábios, cujos beijos
Carregam a intenção que nos rodeia!
Oh, o vermelho dos teus lábios, cujo orgulho
Empalidece ao brilho dos teus quadris!
Dá-me o teu corpo. Meu perdão de macho
velará a extinção da tua pureza,
Como fauno portentoso e pensativo
No colapso de uma estátua grega.

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